Sipnósis: Con sólo diez años, Liza Barton disparó y mató a su madre al intentar protegerla de la violencia de su padrastro. Aunque fue declarada inocente, mucha gente la consideró culpable del asesinato.
Veinticuatro años más tarde, Liza ha cambiado de nombre y de vida. Ahora es una diseñadora de éxito en Manhattan, está casada, tiene un hijo pequeño y nadie conoce su historia. Pero un día su pasado irrumpe tumultuosamente : su marido le ha regalado por sorpresa la casa donde murió su madre.
La historia de cómo este libro llegó a mis manos es un poquito curiosa: había oído hablar anteriormente de la autora, que escribía libros de misterio y tal, y yo, como fan incondicional de la gran Agatha Christie y en general de los libros de misterio no pude resistirme a comprar (un día que pasaba por la calle y me fijé en los fascículos que tenían en un quiosco) este libro al interesante precio de 1.95 (risas). Y tras leerlo me alegro de que lo comprase porque me ha gustado bastante.
Vamos al lío, desde el principio te presentan un pueblo (con su correspondiente historia de asesinato) situado en el condado de Morris y unos personajes muy interesantes: Ted Cartwright; el padrastro, Jeff MacKingsley ;un joven fiscal natural de ese pueblo que además quiere presentarse a gobernador, Georgette; la agente inmobiliaria que le vendió la casa al marido de la protagonista (Alex) y sus socios Henry Paley y Robin Carpenter, Early; el agente de policía que estaba de guardia la fatídica noche en que todo sucedió, Dru Perry; periodista,....(conforme se va avanzado en la lectura van apareciendo más). Asi que tras leer el resumencito que hay detrás del libro y ver el panorama ya sabes que va a pasar "algo" algún asesinato que otro, amenazas, confusiones, pero en ningún momento y al contrario de lo que pueda parecer se pierde el MISTERIO (aunque intuyas quien puede ser el culpable desconoces el por qué). Y eso es lo que me ha encantado de este libro que empezó siendo "previsible" pero el final fue "buuah... no me lo esperaba, qué fuerte".
Liza que se cambió el nombre por el de Celia para olvidar su pasado se da en todas las narices contra él cuando ve para su sorpresa que su marido (su segundo marido pues, el anterior con quien tuvo a su hijo Jack murió) le regala la casa de Old Mill Lane (su antigua casa) que ha sido objeto constante de las gamberradas de los niños del pueblo (pintadas, cartas amenazadoras,etc.) desde el incidente y que no había manera de vender (la gente que la compraba no duraba mucho viviendo en ella y la ponían a la venta en seguida). Como si eso no fuera poco, fingir que te encanta el regalo, que no conoces el sitio, que no eres una asesina, que no eres la "pequeña Lizzie" ( de Liza Borden nombre de una auténtica ASESINA PSICÓPATA de otra parte de EEUU que le dio 40 hachazos a su madre y 41 a su padre con el que los vecinos del pueblo "rebautizaron" a nuestra pobre prota) además, empieza a recibir llamadas en plan "sé quien eres" y no se lo cuenta a nadie en su lugar, decide investigar lo que ocurrió realmente hace 20 años para limpiar su nombre (pues sólo es cuestión de tiempo que la descubran). ¿Cuál es el problema? que empiezan a asesinar gente y el asesino se empeña en dejar pistas que relacionan esos asesinatos con la "pequeña Lizzie" y que lleva a la policía a sospechar de la tal Celia.
El final....mm no lo voy a contar si a alguien le ha interesado minimamente lo que he escrito, que se lea el libro y saque sus propias conclusiones. A mi personalmente me gustó más de lo que esperaba porque como ya he dicho al leer la trama me pareció todo muy "poco misterioso" pero por suerte no fue así. Y en cuanto pueda pienso leer más obras de esta autora (sólo he leido este).
En resumen es un libro interesante, que recomiendo a todo el mundo (en especial a los aficionados al género de misterio y a la novela policíaca) se lee rápido porque tiene unas 380 páginas y la historia en seguida engancha.
Nota por Hécate: 8
Nota por Hécate: 8
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